Para elegir una solución geotérmica que se adapte a sus necesidades y al tipo de terreno, es preferible realizar un test de respuesta térmica (TRT) que mida la conductividad térmica del subsuelo.
El test de respuesta térmica consiste en aplicar al subsuelo una cantidad constante de calor, mediante una sonda geotérmica piloto, que sirve de intercambiador entre un fluido (agua) y el terreno. Este valor es indispensable para optimizar el dimensionamiento de la captación enterrada, en particular en caso de realizar un campo de sondas.
La localización desde la superficie de los cabezales de las sondas geotérmicas y de los enlaces con los colectores es posible gracias a la instalación de los marcadores RFID ELIOT.
