Los cables de fibra óptica deben estar protegidos, ser accesibles y abarcar una gran longitud para limitar los empalmes en la instalación. Los tubos de protección de polietileno ofrecen flexibilidad y solidez, y permiten instalaciones en todo tipo de terreno abarcando grandes longitudes.
El bajo coeficiente de fricción del polietileno permite instalar o desinstalar el cable de fibra óptica en longitudes superiores a 2000 m.