El aire de nuestros espacios interiores se ve afectado por contaminantes fisicoquímicos y biológicos con un impacto en nuestra salud. La ventilación del edificio contribuye a preservar la calidad del aire frente a una aireación insuficiente. Se recomienda realizar un mantenimiento regular de las instalaciones de ventilación mecánica controlada y, en particular, de los tubos.